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domingo, 30 de noviembre de 2008

Nuevas señales de que no adelantará renuncia del comandante general del Ejército:

Alan García rechaza presiones a Perú y ordena regreso de la fragata que navegaba hacia Chile

En Chile, no hubo declaraciones, pero se ratificó la molestia de la Presidenta Bachelet por la no destitución del general.

M. GÁLVEZ, F. VARGAS y P. PINEDO

Mientras ayer en Chile las autoridades prefirieron guardar silencio y observar el desarrollo de los acontecimientos en Lima, el Presidente Alan García dio una nueva señal de que no adelantará la renuncia del comandante general del Ejército, Edwin Donayre.

En un acto público celebrado en la capital peruana, el Mandatario dijo ayer que "el Perú es amigo y respeta a todos los países, pero no recibe ni presiones ni órdenes de nadie de fuera del Perú".

Junto con ello, ordenó al Ministerio de Defensa el retorno de la fragata "Quiñones", que el miércoles había zarpado desde El Callao rumbo a Valparaíso y navegaba en aguas internacionales, fuera de las 200 millas marítimas chilenas, según trascendió en la Armada chilena.

El buque de guerra misilero, incorporado a la Marina peruana el 22 de enero de 2007, debía participar en la Exponaval, que se inaugura el próximo martes.

También dispuso que el comandante general de la Marina del Perú, Carlos Gamarra, no viaje a Chile, debido a la decisión del Gobierno de la Presidenta Bachelet de retirar la invitación al mismo evento al ministro de Defensa, Antero Flores-Aráoz.

El canciller José Antonio García Belaúnde lamentó las declaraciones de la noche anterior del vocero del Gobierno, Francisco Vidal, quien dijo que la visita de Flores-Aráoz era inoportuna. "Obviamente que en la actual situación el ministro de Defensa no va a viajar. Fueron unas declaraciones innecesarias que muestran una descortesía inútil", planteó el ministro.

Y respecto de la petición de renuncia del comandante general del Ejército, Edwin Donayre, nuevamente tuvo expresiones críticas a la posición de Chile.

"Hemos dado las disculpas y las satisfacciones (del caso), pero si no paramos la cosa allí mañana dirán que (Donayre) no sólo sea destituido, también que se lo encarcele, que se ponga 30 días de rigor (prisión), entonces entramos en una dinámica donde nos van a decir qué es lo que debemos hacer, y eso es inaceptable; la verdad, estoy sorprendido de la reacción en Chile, me parece impertinente por decir lo menos", apuntó el canciller peruano.

La molestia de Bachelet

En Santiago, en tanto, se optó por no ahondar en declaraciones y ninguna autoridad habló del asunto. "La posición del Gobierno chileno está muy clara", dijo un personero.

Pero, altas fuentes de La Moneda confirmaron a "El Mercurio" que el viernes la Presidenta Bachelet ordenó al canciller Alejandro Foxley que expresara oficialmente su preocupación a su par peruano, porque hasta ese día el Presidente García no había removido al general.

En la conversación entre ambos mandatarios, se explicó, quedó claro que Alan García se comprometió a adelantar la salida de Donayre, como una manera de reparar la ofensa del militar. "Y las declaraciones de (canciller) Foxley estuvieron apoyadas por la Presidenta", se explicó.

"El Perú es amigo y respeta a todos los países, pero no recibe ni presiones ni órdenes de nadie de fuera del Perú".

ALAN GARCÍA
PRESIDENTE DE PERÚ

>>Embajador baja perfil a impasse

A pesar de que los miembros de la organización del XVI Bazar Internacional de la Asociación de Damas Diplomáticas, que se inauguró ayer en el Parque Inés de Suárez, esperaban hasta último momento contar con la presencia del embajador de Perú en Chile, Hugo Otero, éste no se presentó a la inauguración del evento. Pero sí asistió el subsecretario de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, quien no quiso emitir declaraciones respecto del impasse entre Santiago y Lima.

Sin embargo, corrió el rumor de que el diplomático limeño sí había concurrido a la actividad y que estaba recorriendo los stands de los distintos países participantes mientras se desarrollaba la inauguración, información que fue desmentida por la propia esposa de Otero, Inés Althaus, quien estaba atendiendo el puesto peruano.

Pero una vez que Van Klaveren abandonó el lugar, Otero apareció saludando a los embajadores de Panamá, Brasil y Uruguay, con quienes conversó mientras recorría la feria.

Consultado por "El Mercurio" respecto de la tensa situación diplomática entre Chile y Perú, Otero señaló enfáticamente que "una sola cosa voy a decir y no más: las relaciones entre el Perú y Chile están creciendo de manera importante y van a seguir creciendo. Ningún incidente las va a detener, eso es lo importante y lo sustantivo", a lo que agregó que no ha recibido ninguna instrucción desde la cancillería limeña.

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