Los mercados se preparan hoy para vivir una jornada llena de nervios
La Bolsa de Israel cayó ayer un 7% pese a suspender la sesión por las pérdidas.- Las Bolsas asiáticas suman descensos superiores al 1%
Para que llegue la calma, aunque sea aparente, los inversores, los analistas o los corredores de Bolsa, en definitiva, los agentes del mercado, exigen hechos. El viernes un rumor corrió como la pólvora por los parqués. El Banco Central Europeo (BCE) había pedido precio para comprar deuda italiana y española. Bastó para que los mercados aflojaran la presión sobre la prima de riesgo de estos países, que habían marcado nuevos máximos, y para que las Bolsas subieran, momentáneamente eso sí. Hoy los ojos mirarán en la misma dirección. Y ahí hay que enmarcar la intervención "significativa" anticipada anoche el BCE.
De la decisión de Fráncfort, y de lo que el BCE entienda por "significativa" depende en buena medida que esta semana no se convierta en otra Semana de Pasión en pleno agosto. La pasada ya se saldó como la peor desde noviembre de 2008 si se toma como referencia el índice paneuropeo EuroStoxx 600. El índice selectivo español, el Ibex 35, perdió casi el 10% de su valor y cayó hasta los 8.671 puntos, el nivel más bajo desde junio del año pasado.
La decisión de Standard & Poor's de rebajar la calificación de la deuda de Estados Unidos añadió mucha presión al BCE durante el fin de semana. En las últimas semanas, la prima de riesgo de Francia y Bélgica -la diferencia entre los intereses que paga Alemania y el país de referencia por endeudarse- ha marcado máximos históricos desde que el euro está en vigor. Y la decisión de la agencia de calificación es un toque de atención a las economías europeas y a sus Gobiernos, pese a que sus máximos responsables han ratificado la máxima calificación para la deuda francesa.
Los ojos de los mercados también estarán atentos al resultado de la letanía de reuniones, videoconferencias y conversaciones telefónicas que los líderes mundiales y sus ministros de finanzas han mantenido durante el fin de semana, ante la evidencia de que la recuperación económica se ha frenado.