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viernes, 21 de noviembre de 2008

China se convirtió en el mayor acreedor de EEUU, medios internacionales
Diagrama de curvas de los beneficios de los bonos del Tesoro de EE.UU. (Archivo del departamento de Hacienda de los EE.UU.)


Los medios de los EE.UU., Gran Bretaña, Japón y tros países occidentales han afirmado que China se ha convertido en la mayor acreedora foránea de los EE.UU. al superar al Japón. A pesar del impacto de la crisis financiera global, los bonos del Tesoro de EE.UU. siguen siendo preferibles en el mercado financiero mundial. El Japón está preocupado por ser “el papel secundario” en el caso.
China se ha convertido en “la mayor acreedora foránea de los EE.UU.
El rotativo inglés The Financial Times dice en una nota publicada el 19 de noviembre que China llegó a reemplazar al Japón para ser la mayor acreedora foránea de los EE.UU.
De acuerdo con las cifras del Tesoro en Washington, los títulos de deuda estadounidense que China sumaba subieron de los 541.400 millones de dólares en agosto a los 585.000 millones de dóares en septiembre, mientras tanto los bonos del Tesoro Público de EE.UU. que disponía el Japón se redujeron de los 586.000 millones a los 573.200 millones de dólares en el mismo periodo.
Los inversores estadounidense vendieron en septiembre títulos de deuda extranjera por valor de 38.000 millones de dólares, cifra record registrada en la historia. El retiro del capital al país hacía fuerte el dólar y ayudaba a reducir los déficits en las cuentas en operaciones habituales.
“La superación de China sobre Japón en la disposición de bonos del tesoro público estadounidense constituye el acontecimiento más significativo en septiembre”, dijo el analista George Concalves de la Compañía Morgan Stanly. Gran Bretaña sigue siendo el tercer tenedor de tales títulos, aumentando de los 308.000 millones de dólares en agosto a los 338.4 millones en septiembre.
Desde la década 1990, Japón era el principal tenedor de los bonos de tesoro público de EE.UU.. En los años 2003 y 2004 las intervenciones del banco central japonés han hecho aumentar rápidamente la cantidad de los bonos estadounidense a su disposición. En el último año transcurido, los títulos de tesoro estadounidense, valorados en unos 600.000 millones de dólares, que disponía Japón, han comenzado a reducirse. Mientras tanto, los bonos estadounidenses por valor de 470.000 millones de dólares, que sumaba China, han venido aumentando al nivel actual.
De los 43.600 millones de dólares de bonos estadounidenses que China compró de agosto a septiembre, la mayor parte son títulos a corto plazo.
La cifras del Tesoro de los EE.UU. reveladas el 18 de noviembre muestran que China se convirtió en el principal tenedor de los títulos de tesoro público estadounidense al superar al Japón, dice el rotativo japonés Nihom Keizai. Hasta el fin de septiembre China sumaba bonos de tesoro público estadounidense por valor de 585.000 millones de dólares (no incluídos los a disposición de Hong Kong), en contraste de los 573.200 millones de dólares del Japón.
En comparación con el idéntico periodo del año 2007, el volumen de las bonos de deudas públicas netas estadounidenses a disposición de China aumentó en un 25 %, y la cifra registrada en septiembre de 2000 fue de solo 62.100 millones de dólares
A pesar de la crisis financiera originada de EE..UU., China aumentó las inversiones en la adquisición de bonos de tesoro público estadounidense. A pesar del aumento de los déficits financieros estadounidenses, se ha incrementado la interdependencia económica entre ambos países, afirma el rotativo japonés Nihom Keizai.
Como el tenedor estable de los bonos de tesoro público estadounidense, China ha incrementado su confianza en sí misma. China también ha comprado bonos de las compañías financieras.
En momentos en que se incrementan los déficits financieros estadounidenses y la demanda de propiedades financieras estadounidense por parte de otros países en septiembre, China ha superado al Japón para ser la principal acreedora de los EE.UU., comenta el Diario Pingguo de Hong Kong.
A pesar de la crisis financiera, el volumen global de los bonos de tesoro público estadounidense a disposición de otros países totalizó 2.860.500 millones de dólares, con 110.600 millones sobre la cifra registrada el mes pasado. Esto ha demostrado que los inversionistas internacionales continúan considerando a EEUU como “el mejor abrigo” en la actual crisis financiera, dijeron los analistas locales.
El que los inversionistas den buen visto a los bonos de deuda pública estadounidense a corto plazo y que la moneda del país se haya revalorizado ha hecho a China a adquirir más bonos estadounidenses.
Los analistas afirman que es difícil pronosticar si sigue fuerte la moneda estadounidense a pesar de su revalorización, informá BBC en su portal web el 19 de noviembre.
La adquisición de bonos estadounidense sería la mejor apuesta de China para disminuir los riesgos en las reservas de divisas, dijo un experto financiero. La actual crisis financiera, que ha causado un grave impacto a EE.UU., ha dañado de manera aún peor a la UE. Además, los activos físicos tales como el oro y crudo, cuyo precio se ha fluctuado en gran margen, no pueden cubrir la la necesidad para garantizar la seguridad.
Creciente influencia china pone nervioso a EE.UU.
En una nota publicada el miércoles The Washington Post informa que el departamento de Hacienda de EE.UU. ha declarado que China superó al Japón en septiembre para ser la principal acreedora foránea de los EE.UU., lo que demustra el incremento vertiginoso de la influencia china sobre la economía estadounidense.
La nueva posición de China, que tiene los bonos estadounidenses equivalentes a cerca de la décima parte de sus deudas, significa que Washington dependerá cada vez más de Beijing en la recaudación de fondos para el plan de rescate de 700.000 millones de dólares, comentan medios internacionales. En realidad, China será la principal acreedora de los EE.UU., ya que el departamento de Hacienda no tiene el registro de los tenedores de bonos de tesoro público en el país, donde, quizá, no hay portadores de más títulos que los foráneos.
La creciente dependencia estadounidense de los fondos chinos ha permitido al país asiático tener una influencia extraordinaria sobre la economía estadounidense, según los analistas internacionales. Si China vende en gran cantidad los bonos a causa económica o política, es posible que otros inversionistas sigan su ejemplo. Esto elevará el coste en el debe y haber para Washington y debilitará su capacidad de financiación para el plan de estímulo económico. Si China dejara de comprar los bonos estadounidenses o los vendiera, esto podría motivar una vertiginosa elevación de los tipos de los préstamos.
Cuanto más inversiones hace China en los títulos estadounidenses, tanto más difícil será la venta de los productos en el extranjero para las compañías estadounidenses, ya que la adquisición china de bonos estadounidenses hará más fuerte el dólar, especialmente frente a la moneda china.
Tras la puesta de Fannie Mae y Freddie Mac bajo tutela estatal en septiembre, China ha vendido títulos de las dos compañías por valor de 55.000 millones de dólares, lo que las ha obligado pagar más caro para pedir préstamos y ha elevado el tipo de los créditos inmobiliarios, que el gobierno estadounidense se esfuerza por bajar.
Esto ha demostrado la creciente interdependencia entre las dos economías y las relaciones bilaterales que parecen no sanas visto a largo plazo, afirmó Eswar Prasad, catedrático de economía de la Universidad Cornell e investigador de la Institución Brookings. La existencia de las políticas no consecuentes en los dos lagos del Pacífico impide flexibilizar más el tipo cambiario de la moneda china y reducir los superávits comerciales chinos. Esto constituye un problema para los EE.UU., agregó el estudioso.
Japón preocupado de ser “el papel secundario”
La revista japonesa “Selección” publicó en su número de noviembre un artículo bajo el título de “¿No se han retrocedido las relaciones nipo-estadounidenses?”, afirmando que en el seno del Partido Liberal-democrático se está mostrado una desesperación sin precedentes hacia los Estados Unidos. He aquí algunos extractos del artículo:
Tras la Guerra Fría, la Península Coreana y el estrecho de Taiwan en Asia constituyen zonas candentes para el Ejército de los EE.UU.. Sin embargo, después de que George W. Bushi subió al poder, los EE:UU. se ha encontrado en las guerras de Afganistán e Irak, lo que lo ha obligado a colaborar con China. La crisis financiera ha comenzado a hacer a EE.UU. a trasladarse a la política de retroceso.
Como resultado, el marco de las negociaciones a seis bandas comenzó a desarrollarse hacia la orientación de administrar los asuntos de garantía de la seguridad del Este Asiático. Esto significa que los EE.UU. ha reconocido el status quo de gran país de China. Para Japón, se baja el significado de la alianza nipo-estadounidense.
El suministro de armas sofisticadas está considerado como importante símbolo de la confianza entre los aliados. Tarde o temprano, será roto el equilibrio militar en los alrededores del Japón. Consciente de esto, EE.UU. ha rehusado vender los aviones de combate F-22 al Japón, lo que ha mostrado que EE.UU. presta mayor importancia la distención de las relaciones con China, que el fortalecimiento de las fuerzas de defensa japonesas.
EE.UU. ya no es un enemigo ficticio para China. La economía de mercado ha estrechado las relaciones bilaterales.La baja del dólar o del poderío de EE.UU. afectará a China, ya que cuenta con gran cantidad de bonos de tesoro público estadounidense. China continuará colaborando con EE.UU. no importa qué tambaleante sea la posición de EE.UU. como superpotencia. La actual crisis financiera podría hacerles conscientes de sus relaciones de compartir los beneficios comunes.

Actualmente le toca a China ayudar a los EE.UU., y por su parte, la economía china, que depende mucho de la exportación, caerá pronto en una situación apurada. Los dos países no desean ver la tensión de la situación asiática. Los cambios en las relaciones sino-estadounidenses también significan que llegan los momentos de los cambios en las relaciones de alianza entre el Japón y EE.UU., que funcionaban en la época de la exclusiva hegemonía estadounidense. Los EE.UU. considerará el archipiélago japonés como el papel secundario. (Pueblo en Línea)21/11/2008

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