Observación internacional: Rusia vuelve a sacar “carta de patio trasero” para enfrentar el programa antimisil estadounidense
Klimov, vicepresidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal (Cámara Baja del Parlamento), expresó días atrás que Rusia está reanudando su presencia militar en Cuba y otros países latinoamericanos y dijo al mismo tiempo que no se descartará la posibilidad de estacionar tropas rusas en Cuba. Analistas sostienen que tras la revelación de noticias en el mes pasado sobre el posible retorno de bombarderos estratégicos rusos a Cuba, Rusia sigue jugando “carta de patio trasero” ante Estados Unidos, respondiendo así “diente por diente” al programa antimisil estadounidense.
Klimov hizo estas declaraciones al hablar de los logros de Patrushev, secretario de la Reunión Federal de Seguridad de Rusia, en su reciente visita a Cuba. Dijo que Patrushev se reunió con el dirigente cubano Castro y que ambas partes se proponen reanudar, ampliar y profundizar sus relaciones de cooperación en los diversos terrenos. A este respecto, Klimov sostuvo que Rusia debe utilizar toda su fuerza para defender sus intereses, incluidos los del terreno de seguridad. Siendo una gran potencia en el mundo, expresó, Rusia debe “contar con sus puntos de apoyo” en diversas partes del mundo; “Cuba tiene una importantísima posición estratégica geopolítica”; Rusia debe tener su presencia económica y militar en América. Agregó que Rusia tiene completamente la posibilidad de decidir desplegar fuerzas militares en Cuba para responder al despliegue de sistemas antimisiles de Estados Unidos cerca de fronteras rusas y que debe responder “diente por diente” a las acciones de Estados Unidos.
En realidad, como Estados Unidos ha acelerado últimamente sus pasos para desplegar sistemas antimisiles en Europa Oriental, Rusia ya ha reaccionado enérgicamente en repetidas ocasiones. A criterio de los analistas, todos los indicios muestran que en el problema de enfrentar el despliegue de sistemas antimisiles por parte de los Estados Unidos, Rusia cambió su anterior actitud pasiva de “corresponder al ataque” para dar inicio a la “ofensiva” gradual y de su propia iniciativa, jugando la “carta del patio trasero” de los Estados Unidos, es decir, “respondiendo de la misma manera que el otro le hace”.
El 8 de julio, Estados Unidos y Checo firmaron el acuerdo general sobre la construcción de base de alerta por radar antimisiles en Checo. Acto seguido, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia emitió una declaración diciendo que si el acuerdo es ratificado por el Parlamento de Checo, la parte rusa se verá obligada a tomar medios de tecnología militar como respuesta. Después que Irán ensayó exitosamente misiles el 9 de julio, Estados Unidos, que siempre sostiene el pretexto de prevenir la amenaza misilera de Irán, hizo más firme su posición de desplegar sistemas antimisiles en Europa Oriental, lo que aumentó las preocupaciones de Rusia, que siempre consideraba el programa antimisil como una “grave amenaza”. Con respecto a esto, el presidente ruso Dmitri Medvedev dijo el 9 de julio que la parte rusa se sintió “extremadamente decepcionada” por el plan estadounidense de desplegar sistemas antimisiles en Europa Oriental y que “responderá a la medida”. Precisamente como lo dijo Medvedev, la respuesta de la parte rusa ha venido haciéndose en realidad: Primero Rusia efectuó a mediados de julio maniobras militares de gran magnitud codificadas como “Cáucaso-2008”; más tarde, un oficial de la Fuerza Aérea Rusa hizo “declaraciones duras” en el sentido de que Bombarderos estratégicos rusos reanudarán su patrullaje en Cuba. La noticia sobre la posibilidad de retorno de bombarderos rusos a Cuba dio origen a una reacción fuerte de la parte estadounidense, la cual advirtió a Rusia que no cruce la “línea roja” de la alerta de seguridad.
Además, se informó que además de Cuba, Rusia podría establecer bases militares también en Venezuela. Durante su visita a Moscú, el presidente Chávez ya anunció que Venezuela recibirá de buen agrado la llegada de militares rusos.
Tanto la revigorización de las relaciones ruso-cubanas, el eventual retorno de bombarderos estratégicos rusos a Cuba, como las arriba mencionadas declaraciones enérgicas de Klimov, son, sin lugar a dudas, todas acciones que Rusia “se ve obligada a tomar” en bien de sus intereses de seguridad y para contener la extrusión estadounidense sobre el espacio estratégico. Pero, al mismo tiempo, también hay quienes creen que últimamente Estados Unidos y Rusia han entrado en una batalla de palabras en torno al problema de sistemas antimisiles, con una tendencia de vuelta a la Guerra Fría y la repetición de la “crisis de misiles en Cuba”, de manera que Rusia y EEUU vuelvan, tal vez, a una interminable carrera armamentista. Desde luego, debido a la gran diferencia entre la fuerza general de Rusia y EEUU en la actualidad, “luchar y no romper” seguirá siendo la “corriente principal” en el desarrollo a largo plazo de sus relaciones bilaterales. (Pueblo en Línea)06/08/2008
miércoles, 6 de agosto de 2008
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