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martes, 26 de agosto de 2008

Rusia dispuesta a prescindir de Occidente. Vedomosti
22:00

26/ 08/ 2008

La amenaza de renunciar a los acuerdos con la OTAN y la Organización Mundial del Comercio es, con gran dosis de probabilidad, una respuesta simétrica con que Moscú reacciona a advertencias similares por parte de Occidente.

Políticos estadounidenses y europeos intentaron más de una vez asustar a Rusia con el ostracismo, aún conscientes de que ello sería perjudicial para ambas partes. Rusia da a entender ahora que está dispuesta a prescindir de Occidente. ¿Será pura retórica, o sus líderes realmente cuentan ahora con una estrategia novedosa de política exterior que les permite asumir tranquilamente el riesgo del aislamiento internacional?
Las recientes declaraciones de Medvédev y Putin significan un reconocimiento pragmático de que la situación ha cambiado. La eficiencia del Consejo Rusia-OTAN era casi nula últimamente. Después del conflicto ruso-georgiano es muy probable que la OTAN decida acelerar la admisión de Georgia y Ucrania, y que en diciembre próximo apruebe para esta última el Plan de Acción para el Ingreso.
En cuanto a la incorporación de Rusia a la OMC, Moscú se sentía molesto por algunas condiciones antes de la guerra con Georgia aunque aspiraba a eliminar las discrepancias mediante concesiones recíprocas. Hoy en día, está claro que el ingreso de Rusia en la OMC se aplaza. Además de EEUU, pueden obstruir su adhesión Georgia y Ucrania.
La divergencia de posturas entre Occidente y Rusia podría ser fuerte y prolongarse por mucho tiempo. Sin embargo, cabe esperar que el buen sentido común y la defensa de intereses propios no dejen al conflicto adquirir un carácter universal. Occidente, a pesar de una serie de declaraciones amenazantes, no ha elaborado y difícilmente podrá elaborar una postura solidaria con respecto a Rusia. En plano político, Rusia es una influyente jugadora regional, aparte de que es una economía relativamente estable y proveedora de recursos energéticos. También resulta imposible movilizar a todos los países occidentales contra Rusia porque no la perciben como una amenaza global.
¿Será que Moscú cree tener en su arsenal una serie de medidas aislacionistas que podrían beneficiarla? ¿Será que la nueva estrategia de Putin y Medvédev es agrupar en torno a Rusia a cuantos están resentidos con EEUU?
En la versión moderna del "segundo mundo" no faltan economías pujantes ni tampoco líderes ambiciosos, algunos de los cuales están descontentos con la hegemonía estadounidense y el actual reparto de funciones en la economía global. Lo que no está claro de momento es qué aliciente podría tenderles Rusia, además de ofrecerse a sí misma como abanderada.
Una mirada más detenida es suficiente para entender que en el "segundo mundo" es igual: todos persiguen intereses propios. Ni siquiera los aliados de la CEI se apresuran a solidarizarse con Moscú. Irán es igual de peligroso para Rusia que para EEUU. China depende de EEUU en el mismo grado que EEUU depende de China. Y es evidente que Pekín nunca apoyará a Moscú en lo que concierne al reconocimiento de Abjasia y Osetia del Sur. Bastante tienen los chinos con su Tíbet y Taiwán.

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