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viernes, 15 de agosto de 2008

El escudo antimisil norteamericano en Europa se hace realidad
19:12

15/ 08/ 2008

Yuri Záitsev, para RIA Novosti. Es casi seguro que la reciente firma del acuerdo polaco-norteamericano sobre el despliegue de diez misiles interceptores en Polonia tenga que ver con los últimos acontecimientos en el Cáucaso.

Polonia apoyó incondicionalmente a Georgia y sin más dilación dio el "sí" a la instalación de misiles estadounidenses en su territorio. De manera que ya es realidad la creación del tercer circuito de defensa antimisil en Europa, un hecho que requiere reflexión y acciones.
Moscú ha pedido en más de una ocasión a Washington esclarecer la situación del escudo antimisil norteamericano. Pero en vano. "Las medidas encaminadas a incrementar la transparencia y la confianza, de las que tanto ha hablado la Casa Blanca, no llegan a materializarse", comentó el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov.
También existen discrepancias entre Rusia y la OTAN respecto a la forma en que la Alianza quiera operar en Europa. O sea, se desconoce si Rusia tendrá una participación o será exclusivamente un segmento del sistema de defensa antimisiles de EEUU (NMD).
En la República Checa, a su vez, Washington proyecta construir un radar de alerta antimisil. A cambio, las autoridades checas esperan recibir determinados favores, como la participación en el desarrollo de la tecnología militar, acceso a los datos del radar, etc.
Uno de los peligros que conlleva el despliegue de misiles interceptores en Europa del Este consiste en que la defensa antimisil rusa no podrá distinguirlos de misiles balísticos cuando sean lanzados desde el territorio de Polonia. Claro que la respuesta de Rusia no tardará. Y no sólo se verá afectado el territorio polaco...
Washington no quiere contentarse sólo con Polonia y la República Checa. Expertos opinan que después que EEUU perfeccione su tecnología de creación de bases misilísticas -en este caso, en Polonia- procederá a crear cada año un nuevo circuito de defensa antimisil en Europa. O sea, dentro de poco Rusia tendrá cerca de sus fronteras no uno, sino decenas de esos circuitos repartidos uniformemente por todo el territorio europeo.
EEUU se ha propuesto instalar elementos de su sistema antimisil precisamente en Europa del Este, y no en Asia, en Alaska, en Japón o en Australia.
Claro que Rusia teme verse arrastrada a una nueva carrera de armamentos. Por otro lado, es inadmisible quedarse de brazos cruzados ante nuevas amenazas. Una de las respuestas al despliegue del escudo antimisil norteamericano en Europa podría ser la instalación de ojivas hipersónicas maniobrables en los misiles rusos "Topol-M". Además, sería importante incluir cuanto antes en el arsenal del Ejército ruso nuevos sistemas de misiles con cabezas de reentrada múltiple.
También se podría reanudar el programa de producción de misiles globales, que en caso de peligro pudieran ser colocados en órbita y de allí atacar el territorio enemigo eludiendo las zonas de emplazamiento de su defensa antimisil.
En resumen, las amenazas a la existencia de Rusia no son míticas ni mucho menos. El hecho de que se esté tolerando a Rusia y se tenga en cuenta su opinión se debe a su armamento nuclear. Vale notar que resulta imposible defenderse al cien por cien de un ataque con misiles nucleares. Únicamente se puede aminorar las consecuencias. De manera que el concepto de defensa de Rusia debe prever la posibilidad de asestar contragolpes que causen daños inaceptables en el atacante.

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