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viernes, 5 de diciembre de 2008

Obama advierte que lo peor para economía EEU.UU. aún no llega

18:07 'No hay soluciones rápidas o fáciles a esta crisis, que se ha estado gestando por muchos años, y probablemente empeore antes de mejorar', señaló

Washington, (Reuters).- El presidente electo Barack Obama emitió el viernes una seria advertencia de que lo peor para la economía de Estados Unidos aún no había llegado, tras una cifra desalentadora del empleo, al tiempo que renovó el compromiso para ayudar a los atribulados fabricantes de autos.

Mientras que datos del Gobierno mostraron que Estados Unidos perdió más de medio millón de empleos en noviembre -la mayor caída mensual de puestos de trabajo en 34 años-, el presidente George W. Bush no estuvo tan apesadumbrado, afirmando que veía algunas señales positivas.
Bush, quien ha resistido pedidos para que impulse un segundo paquete de estímulo para imprimirle vida a la economía, dijo que le preocupaba la pérdida de empleos y que el Gobierno estaba tratando de reparar las raíces de las causas de la caída económica.
"Trabajamos para estabilizar los mercados y hacer más asequibles y disponibles los mercados de crédito", dijo Bush, cuyo periodo de ocho años en la Casa Blanca concluye el 20 de enero.
"El crédito comienza a moverse. Un mercado que estaba congelado se descongela. Hay más trabajo por hacer, pero hay algunas señales estimulantes", dijo.
Pero Obama -que ganó las elecciones del 4 de noviembre frente al rival republicano John McCain en parte debido al empeoramiento del panorama económico- no fue tan entusiasta, destacando que la economía ya había perdido dos millones de empleos durante un año de recesión.
"No hay soluciones rápidas o fáciles a esta crisis, que se ha estado gestando por muchos años, y probablemente empeore antes de mejorar", afirmó Obama en una declaración.
"Pero ahora es el momento para responder con resolución urgente para que la gente regrese al trabajo y se ponga nuevamente en marcha nuestra economía", agregó.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un plan de estímulo de 61.000 millones de dólares en septiembre, pero la oposición de los republicanos en el Senado respaldó una amenaza de veto del Gobierno de Bush para eliminar el proyecto.
Obama reiteró su pedido de un plan de recuperación económica que salve o cree al menos 2,5 millones de empleos en dos años y para mejorar el flujo del crédito. Economistas y analistas dicen que el plan de estímulo de Obama podría costar al menos 500.000 millones de dólares.
"El rápido empeoramiento de la situación laboral incrementa significativamente la probabilidad de que el presidente electo Obama proponga un paquete de estímulo fiscal de 500.000-700.000 millones de dólares", dijo Mohamed El-Erian, presidente ejecutivo del gigantesco fondo de bonos Pacific Investment Management Co.
El senador Charles Schumer, un demócrata que preside la Comisión Económica Conjunta del Congreso, dijo que la explosiva cifra del empleo debería ser toda la evidencia que Washington necesita para "actuar rápida y decisivamente" para proteger a la economía.
Los problemas económicos del país quedaron al desnudo esta semana cuando, en una actitud humilde, los fabricantes de automóviles de Estados Unidos llegaron a Washington por segunda vez para rogar por un plan de rescate de emergencia de 34.000 millones de dólares de dinero de los contribuyentes para evitar que muera la industria.
Otro experimentado legislador, el representante demócrata Barney Frank, advirtió de un "desastre que no podría mitigarse" si los grandes fabricantes de autos cierran sus negocios en momentos en que se registra una hemorragia de empleos.
Bush dijo que le preocupaba el tema de usar dinero de los contribuyentes para ayudar a compañías que quizás no sobrevivan. No obstante, instó al Congreso a actuar la próxima semana sobre el plan de rescate, un pedido que, incluso para un presidente que está en salida, podría ganar a algunos legisladores escépticos.
"Y es importante asegurarse que el dinero de los contribuyentes sea devuelto si alguna parte es dada a las compañías", dijo.
Obama ha respaldado dar a los industriales de Detroit hasta 50.000 millones de dólares en fondos federales para ayudar a los fabricantes de automóviles a capear la crisis de crédito y rediseñar el sector hacia autos más eficientes con el combustible.
A principios de esta semana, Obama dijo que cualquier ayuda a los fabricantes de automóviles debería "basarse en una evaluación realista sobre lo que será el mercado de autos y un plan realista sobre cómo haremos viable a estas compañías en el largo plazo".

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