Nuevo intento para la integración monetaria sudamericana
A partir del próximo mes, se usarán las monedas de Brasil y Argentina, real y peso, para cotizar precios y saldar cuentas en el comercio entre ambos países. Este es un nuevo paso importante dado por países sudamericanos hacia la meta de la integración monetaria regional tras la fundación del Banco del Sur por Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia y otros tres países en el pasado mes de diciembre. El acuerdo firmado por Brasil y Argentina a comienzos de este mes, que hizo rota la práctica comercial habitual de tomar el dólar como medio de pago internacional, es denominado como un nuevo intento para la realización de la integración de los países sudamericanos. Desde hace largo tiempo, América del Sur ha sido repetidamente impactada por las conmociones financieras, de modo que el frágil sistema financiero pone de vez en cuando a los países sudamericanos bajo la sombra de crisis financiera. Después que Argentina anunció a comienzos de este mes que pagará un monto de 6.706 millones de dólares de deuda al “Club de París”, como los inversionistas no han dejado de preocuparse por las perspectivas económicas de Argentina, cayeron las cotizaciones de los principales índices de la Bolsa y de los bonos, el índice de riesgo del país se acercó al punto más alto en la historia y se produjeron nuevas conmociones violentas en el mercado financiero nacional. Por consiguiente, las preocupaciones de los otros países sudamericanos se han acentuado. Estas preocupaciones provienen evidentemente de similares ambientes económicos internos y externos. Con la globalización económica como fondo, es muy difícil que una economía individual se mantenga sola en buen estado. En las economías carentes de mecanismos de coordinación recíproca, la crisis financiera aparecida en un país “contagia” con mucha rapidez a otros países. En este aspecto, los países latinoamericanos han sufrido muchas pérdidas.En los últimos años, la integración de los países sudamericanos en los terrenos económico, financiero, de desarrollo social y de intercambio cultural ha avanzado a pasos continuos. A medida del creciente estrechamiento de los vínculos financieros entre los diferentes países sudamericanos, sobre todo a medida de la profundización de la cooperación financiera entre los países de la región, la diferencia de monedas ha llegado a ser, sin duda alguna, un enorme obstáculo para el intercambio económico y también un importante factor conducente a riesgos financieros en cadena.Los frágiles sistemas financieros han permitido a muchos países sudamericanos ver con claridad que sin un sistema financiero integrado, será muy difícil mantener un desarrollo estable de la cooperación económica regional y que sólo con una gradual integración monetaria interna, se podrá fortalecer la estabilidad y la “inmunidad” del mercado financiero de América del Sur. Hablando en cierto sentido, el temor al estallido de una nueva crisis financiera ha sido una poderosa fuerza impulsora para la mencionada integración financiera entre Brasil y Argentina.A criterio de un erudito latinoamericano, las experiencias de la Unión Europea dejan ver que la moneda única puede traer enormes beneficios a los países de la región, por ejemplo, bajar el costo de las transacciones, promover el movimiento de mercancías, capital y personas, reducir fricciones internas, elevar la competitividad internacional, etc. Los países dentro de la región pueden, a través de la concesión parcial de la soberanía monetaria, prevenir y superar los riesgos financieros y lograr la estabilidad del sistema financiero. La Asociación Argentina de Economía Política exhorta en un reciente informe a los países del Mercado Común del Sur a crear lo más pronto posible la moneda única, para atraer más inversiones, elevar la competitividad de los productos para la exportación, facilitar los cálculos comerciales, aumentar las reservas de divisas y promover la estabilidad del sistema financiero.Acelerar el proceso de reforma del sistema monetario y realizar la integración monetaria regional corresponde a los intereses vitales de los países integrantes de la economía regional y se adapta a la corriente contemporánea del desarrollo económico. El proceso de integración sudamericana que avanza en medio de reveses tiene todavía un largo camino por recorrer. No obstante, el acuerdo alcanzado por Brasil y Argentina muestra por lo menos la firme decisión de estos dos grandes países sudamericanos de hacer realidad la integración regional. (Pueblo en Línea) 22/09/2008
A partir del próximo mes, se usarán las monedas de Brasil y Argentina, real y peso, para cotizar precios y saldar cuentas en el comercio entre ambos países. Este es un nuevo paso importante dado por países sudamericanos hacia la meta de la integración monetaria regional tras la fundación del Banco del Sur por Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia y otros tres países en el pasado mes de diciembre. El acuerdo firmado por Brasil y Argentina a comienzos de este mes, que hizo rota la práctica comercial habitual de tomar el dólar como medio de pago internacional, es denominado como un nuevo intento para la realización de la integración de los países sudamericanos. Desde hace largo tiempo, América del Sur ha sido repetidamente impactada por las conmociones financieras, de modo que el frágil sistema financiero pone de vez en cuando a los países sudamericanos bajo la sombra de crisis financiera. Después que Argentina anunció a comienzos de este mes que pagará un monto de 6.706 millones de dólares de deuda al “Club de París”, como los inversionistas no han dejado de preocuparse por las perspectivas económicas de Argentina, cayeron las cotizaciones de los principales índices de la Bolsa y de los bonos, el índice de riesgo del país se acercó al punto más alto en la historia y se produjeron nuevas conmociones violentas en el mercado financiero nacional. Por consiguiente, las preocupaciones de los otros países sudamericanos se han acentuado. Estas preocupaciones provienen evidentemente de similares ambientes económicos internos y externos. Con la globalización económica como fondo, es muy difícil que una economía individual se mantenga sola en buen estado. En las economías carentes de mecanismos de coordinación recíproca, la crisis financiera aparecida en un país “contagia” con mucha rapidez a otros países. En este aspecto, los países latinoamericanos han sufrido muchas pérdidas.En los últimos años, la integración de los países sudamericanos en los terrenos económico, financiero, de desarrollo social y de intercambio cultural ha avanzado a pasos continuos. A medida del creciente estrechamiento de los vínculos financieros entre los diferentes países sudamericanos, sobre todo a medida de la profundización de la cooperación financiera entre los países de la región, la diferencia de monedas ha llegado a ser, sin duda alguna, un enorme obstáculo para el intercambio económico y también un importante factor conducente a riesgos financieros en cadena.Los frágiles sistemas financieros han permitido a muchos países sudamericanos ver con claridad que sin un sistema financiero integrado, será muy difícil mantener un desarrollo estable de la cooperación económica regional y que sólo con una gradual integración monetaria interna, se podrá fortalecer la estabilidad y la “inmunidad” del mercado financiero de América del Sur. Hablando en cierto sentido, el temor al estallido de una nueva crisis financiera ha sido una poderosa fuerza impulsora para la mencionada integración financiera entre Brasil y Argentina.A criterio de un erudito latinoamericano, las experiencias de la Unión Europea dejan ver que la moneda única puede traer enormes beneficios a los países de la región, por ejemplo, bajar el costo de las transacciones, promover el movimiento de mercancías, capital y personas, reducir fricciones internas, elevar la competitividad internacional, etc. Los países dentro de la región pueden, a través de la concesión parcial de la soberanía monetaria, prevenir y superar los riesgos financieros y lograr la estabilidad del sistema financiero. La Asociación Argentina de Economía Política exhorta en un reciente informe a los países del Mercado Común del Sur a crear lo más pronto posible la moneda única, para atraer más inversiones, elevar la competitividad de los productos para la exportación, facilitar los cálculos comerciales, aumentar las reservas de divisas y promover la estabilidad del sistema financiero.Acelerar el proceso de reforma del sistema monetario y realizar la integración monetaria regional corresponde a los intereses vitales de los países integrantes de la economía regional y se adapta a la corriente contemporánea del desarrollo económico. El proceso de integración sudamericana que avanza en medio de reveses tiene todavía un largo camino por recorrer. No obstante, el acuerdo alcanzado por Brasil y Argentina muestra por lo menos la firme decisión de estos dos grandes países sudamericanos de hacer realidad la integración regional. (Pueblo en Línea) 22/09/2008
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