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sábado, 13 de septiembre de 2008

Como el “tigre de papel” atlantista en el Mar Negro puso en vilo a la gran Rusia. Izvestia
21:29

12/ 09/ 2008

La presencia de buques de la OTAN en el Mar Negro ha vuelto a evidenciar una completa impotencia política y militar de este bloque. Lamentablemente, Rusia no ha sabido interpretarlo acertadamente, escribe hoy el prestigioso diario ruso Izvestia.
No nos fijamos en que la OTAN va reduciendo rápidamente su potencial militar, que la ampliación hacia el Este, lejos de fortalecer, debilita a la alianza. También hacemos la vista gorda de que casi todos los países de Europa continental envían contingentes muy reducidos a Afganistán que, además, se niegan a combatir. Mientras tanto, el número de los anglosajones no alcanza para dos guerras: la iraquí y la afgana. La invasión de Georgia a Osetia del Sur no hizo sino avalar estas conclusiones.
Es evidente todos los países de la OTAN se solidarizaron enteramente con Georgia. Pero la OTAN no le prestó a Georgia ayuda militar alguna durante su guerra con Rusia. Ni siquiera en forma de suministros de armas, sin hablar ya de la participación directa en las hostilidades. La OTAN tampoco pudo adoptar una resolución política más o menos coherente sobre los sucesos en Georgia,
La composición de la escuadra que arribó al Mar Negro ya después de la guerra volvió a ofrecer un fehaciente testimonio de la inoperancia del bloque.
La OTAN dispone de una armada enorme, con la que la Flota rusa del Mar Negro no puede ni compararse. La alianza cuenta con 17 portaviones, pero ninguno apareció en el Mar Negro. Ningún avión aterrizó en aeródromos de Turquía, Bulgaria o Rumania, o sea, la escuadra no tuvo ninguna cobertura aérea. Esta circunstancia de por sí evidencia que no pudo ejercer presión alguna sobre Rusia.
Al enviar hacia las costas de Georgia una escuadra así, la OTAN demostró a Rusia que no era capaz de era y sólo pretendía guardar las apariencias.
¿Tenía sentido para Rusia armar tanto alboroto con motivo de la estos desdichados buquitos? ¿Qué amenaza entrañaba para nuestro país? Resulta, pues, que fue un "tigre de papel" (en realidad, de otro modo no se puede calificar a un destructor y varias fragatas) el que provocó el nerviosismo de la gran Rusia. Es de esperar que tales temores no vuelvan a repetirse.
Alexander Jramchigin, colaborador del Instituto de Análisis Político y Militar.

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