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jueves, 26 de junio de 2008


Israel ensayó ataque aéreo contra Irán
16:49

26/ 06/ 2008

Piotr Goncharov, RIA Novosti. Oriente Medio puede ser escenario de un nuevo conflicto, pues las probabilidades de que la fuerza aérea de Israel bombardee las instalaciones nucleares de Irán parecen ser cuestión de tiempo.

Siempre que, claro está, Teherán no abandone su programa de enriquecimiento de uranio. Esta es la conclusión de un análisis publicado por el New York Times tras las recientes maniobras aéreas israelíes efectuadas a comienzos de junio en el Mediterráneo.
Las maniobras tuvieron gran resonancia, y entre los expertos, de nuevo plantearon el debate sobre la conveniencia de destruir las instalaciones nucleares iraníes que tanto preocupan a ciertos países. En este caso, parece que esa misión estará a cargo de Israel.
Al valorar las maniobras, "fuentes oficiales de la Casa Blanca y el Pentágono", como citó el rotativo, opinaron que esos ejercicios probablemente fueron, "ensayos de potenciales bombardeos contra instalaciones nucleares iraníes".
Tras precisar que las maniobras duraron dos semanas, el New York Times añadió que en los ejercicios participaron más de un centenar de cazas israelíes F-16 y F-15, helicópteros y aviones cisternas, en la parte oriental del Mediterráneo cerca de Grecia.
Los cazas israelíes repostaron combustible en vuelo a 1.440 kilómetros de sus bases, y como anotaron los expertos estadounidenses, los ejercicios operaron en la distancia que separa Israel de las instalaciones nucleares de Natanz, en el sur del territorio iraní.
Un detalle destacado por observadores fue la reciente reunión sostenida entre el primer ministro de Israel Ehud Olmert con los estrategas de los bombardeos de la aviación israelí contra el reactor nuclear iraquí Osirak en 1981.
Y otro aspecto que merece atención fue el pronóstico del antiguo subsecretario de Estado de EE.UU. para control de armamentos, John Bolton, al afirmar que el presente año Israel atacará a Irán, pero después de las elecciones presidenciales en EEUU, para evitar empantanar la imagen de los republicanos.
El que la filtración a New York Times partiera de fuentes oficiales de la Casa Blanca y el Pentágono (a pesar de su anonimato) tiene un significado muy especial.
Probablemente, lo más los más relevante en los comentario de esas fuentes es de que a su juicio, las maniobras, "pretenden demostrar a EEUU y a otros países que Israel está dispuesto a emplear la fuerza si fracasan los medios diplomáticos para disuadir a Irán que renuncie a su programa para enriquecer uranio".
Una advertencia más que frontal sobre todo si en esas declaraciones en lugar de EEUU se pronuncia Irán.
En pocas palabras, Israel una vez más advierte al mundo que impedirá con todos los recursos que Teherán desarrolle tecnologías para enriquecer uranio.
Desde el punto de vista de la seguridad nacional, la postura de Israel es comprensible.
¿Qué otra opción le queda a Israel frente a las amenazas lanzadas permanentemente por los máximos dirigentes políticos y espirituales de Irán de que el estado israelí será borrado del mapa?
Sobre todo cuando esos dirigentes impulsan el desarrollo de un programa nuclear nacional que bajo determinada "voluntad política", puede orientarse hacia la fabricación de armas nucleares.
¿Y qué es lo que salta a la vista en la creciente retórica de confrontación que observa entre Israel e Irán últimamente?
Antes que todo, es notorio el cambio de tono en las declaraciones de Olmert hacia Irán después su última visita a EEUU.
Durante esa visita, la influyente política Hillary Clinton y el candidato demócrata a la presidencia Barack Obama expresaron a Olmert su apoyo incondicional a Israel, su "aliado leal" en Oriente Medio en el caso de un conflicto armado contra Irán.
En las actuales circunstancias, no se puede pasar por alto el sólido apoyo del candidato republicano McCain cuya postura proisraelí nunca se puede poner en duda.
Ese apoyo tiene más trasfondo que las declaraciones políticas que habitualmente pronuncian los políticos en el ardor de la campaña electoral.
Actualmente, el bloque de respaldo hacia Israel adquiere un calado más profundo, porque Olmert también recibió el apoyo del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy y del primer ministro británico Gordon Brown.
Para Israel, bombardear o no las instalaciones nucleares iraníes siempre será un asunto vital. Los expertos israelíes nunca han ocultado la preocupación que supondrá para su país la tétrica perspectiva de vivir cerca a un Irán nuclear.
Su preocupación es obvia, porque para Israel la bomba atómica iraní es equivalente a una sentencia de muerte. Por esto, el asunto sobre quién deberá destruir las instalaciones nucleares iraníes es uno de los asuntos más importantes entre Washington y Tel Aviv.
A juzgar por el análisis de New York Times, se pude deducir que ambos países lograron un acuerdo. En cierta medida, el artículo publicado por el rotativo estadounidense debe interpretarse como un claro aviso a Irán y a la comunidad de la postura de Israel frente al asunto del programa nuclear iraní.
Un aviso probablemente premeditado porque las maniobras coincidieron con otra iniciativa diplomática para disuadir a Teherán a que renuncie a su programa para enriquecer uranio.
En los últimos días, el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Javier Solana, entregó en Teherán el paquete de propuestas elaborado por Rusia, EEUU, China, Inglaterra, Francia, Alemania o el "Sexteto" de países que actúan de mediadores para solucionar el contencioso en torno al programa nuclear iraní.
Las propuestas, también conocidas como "estímulos" incluye la ayuda y asesoría para la construcción en Irán de de un reactor nuclear en base a tecnologías modernas con garantías de abastecimiento de combustible nuclear.
Como retribución a la renuncia del programa nacional para enriquecer uranio, el "Sexteto" ofreció a Irán privilegios para desarrollar la energía nuclear y trato preferencial en comercio, finanzas, agricultura y alta tecnología.
Sin embargo, Irán permanece leal a sus posturas, y considera inaceptable cualquier exigencia en torno a la suspensión de su programa nacional para enriquecer uranio. Al respecto, su última respuesta fue, "la suspensión del enriquecimiento de uranio es un asunto que no se discute. Irán necesita desarrollar esa tecnología".
Una situación muy complicada porque el desarrollo nuclear que tanto defiende Irán es fatal para Israel y si esto es así, los bombardeos que citó la prensa pueden ocurrir

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