OTAN y Estados Unidos: Jugar con fuego
20:16
10/ 10/ 2008
Néstor Núñez (AIN, especial para ARGENPRESS.info)
Cuidado. Hace poco un analista decía que con los recientes episodios en Osetia del Sur, Rusia había mostrado hasta donde son permisibles los límites territoriales dela Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).Y es evidente que Moscú no piensa ceder un ápice frente a las apetencias del gobierno pro-occidental de Georgia, que en agosto último, alentado por Washington, decidió violar el status autónomo de Osetia del Sur con el propósito de consumar su forzosa anexión y darle a la OTAN y a Estados Unidos un nuevo escalón en el cerco que tejen alrededor de Rusia.Al final, una ofensiva rusa de altos quilates desvencijó en horas a los ocupantes, que entre sus "hazañas" cuentan la masacre de miles de civiles inocentes.Ahora, con el sabor de la derrota en los labios, los servicios especiales georgianos, según denuncias oficiales de los sudosetios, parecen inclinados a las prácticas terroristas dentro de la pequeña república.En efecto, hace apenas unos días, un coche bomba estalló frente a un cuartel de tropas rusas en Osetia del Sur: mató a siete soldados, hirió a un número igual, y causó serios destrozos en edificios públicos y de viviendas.El propio presidente sudosetio, Eduard Kokoity, acusó públicamente a agentes de Georgia por semejantes actos de barbarie, que tensan mucho más el clima en la zona y ponen en peligro los planes vigentes para la paz y la tranquilidad en un área geográfica sumamente compleja.Pero hay más. No puede pasarse por alto, a juicio de más de un analista, que con el fin declarado de atacar al terrorismo donde quiera que se encuentre, Washington desató dos guerras de exterminio en Afganistán e Iraq que duran hasta nuestros días y no parecen tener fin cercano.Por demás, para George W. Bush y su equipo la cruzada antiterrorista es columna vertebral de su actividad y su agresividad en el exterior, y la Casa Blanca se ha arrogado el derecho de atacar, matar, bombardear y cercenar todas las libertades ciudadanas a nombre de acabar con las "prácticas extremistas".¿Entonces, Rusia no tendría ahora todo el derecho de actuar con energía contra estos terroristas que asesinan a sus fuerzas y causan destrozos en un territorio autónomo, cuya integridad debe garantizar Moscú a tono con válidos y vigentes acuerdos bilaterales?Por eso estas líneas comenzaban con la palabra CUIDADO. Sencillamente la agresividad georgiana, aguijoneada desde Occidente, puede complicarlo todo...y no habrá reclamo que valga, porque las pretendidas reglas de juego tiene sello Made in USA.
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10/ 10/ 2008
Néstor Núñez (AIN, especial para ARGENPRESS.info)Cuidado. Hace poco un analista decía que con los recientes episodios en Osetia del Sur, Rusia había mostrado hasta donde son permisibles los límites territoriales dela Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).Y es evidente que Moscú no piensa ceder un ápice frente a las apetencias del gobierno pro-occidental de Georgia, que en agosto último, alentado por Washington, decidió violar el status autónomo de Osetia del Sur con el propósito de consumar su forzosa anexión y darle a la OTAN y a Estados Unidos un nuevo escalón en el cerco que tejen alrededor de Rusia.Al final, una ofensiva rusa de altos quilates desvencijó en horas a los ocupantes, que entre sus "hazañas" cuentan la masacre de miles de civiles inocentes.Ahora, con el sabor de la derrota en los labios, los servicios especiales georgianos, según denuncias oficiales de los sudosetios, parecen inclinados a las prácticas terroristas dentro de la pequeña república.En efecto, hace apenas unos días, un coche bomba estalló frente a un cuartel de tropas rusas en Osetia del Sur: mató a siete soldados, hirió a un número igual, y causó serios destrozos en edificios públicos y de viviendas.El propio presidente sudosetio, Eduard Kokoity, acusó públicamente a agentes de Georgia por semejantes actos de barbarie, que tensan mucho más el clima en la zona y ponen en peligro los planes vigentes para la paz y la tranquilidad en un área geográfica sumamente compleja.Pero hay más. No puede pasarse por alto, a juicio de más de un analista, que con el fin declarado de atacar al terrorismo donde quiera que se encuentre, Washington desató dos guerras de exterminio en Afganistán e Iraq que duran hasta nuestros días y no parecen tener fin cercano.Por demás, para George W. Bush y su equipo la cruzada antiterrorista es columna vertebral de su actividad y su agresividad en el exterior, y la Casa Blanca se ha arrogado el derecho de atacar, matar, bombardear y cercenar todas las libertades ciudadanas a nombre de acabar con las "prácticas extremistas".¿Entonces, Rusia no tendría ahora todo el derecho de actuar con energía contra estos terroristas que asesinan a sus fuerzas y causan destrozos en un territorio autónomo, cuya integridad debe garantizar Moscú a tono con válidos y vigentes acuerdos bilaterales?Por eso estas líneas comenzaban con la palabra CUIDADO. Sencillamente la agresividad georgiana, aguijoneada desde Occidente, puede complicarlo todo...y no habrá reclamo que valga, porque las pretendidas reglas de juego tiene sello Made in USA.
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