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martes, 14 de octubre de 2008

“Guerra oculta” detrás del precio del petróleo


La subida del precio del crudo, de 30 dólares por barril en 2002 a 100 en la actualidad, no solo significa el traslado de fabulosa riqueza a la disposición a de los países exportadores del petróleo, sino que también causará una grave consecuencia política, razón por la cual los siete países del Occidente deben establecer una organización coordinadora junto con la India, China y Brasil para aunar los esfuerzos por la baja del precio de hidrocarburos. Esto lo dicen el ex secretario de estado estadounidense Henry Kissinger y el economista de la Universidad de Harvard en su artículo conjuntamente escrito “En ascenso el peligro de alto precio de petróleo”, publicado en la edición digital de The International Herald Tribune el 15 de septiembre. Indudablemente, la colaboración de los países mencionados por Kissinger podría ejercer influencia sobre el mercado de energía dará cierto resultado fructífero. Los Estados Unidos también ejercerá importante influencia sobre el precio de crudo internacional por su propia iniciativa, ya que es un gran país de consumo de petróleo y al mismo tiempo un gran productor de energía. Con sus ricos recursos petrolíferos no explotados, la política energética de los EEUU siempre ha ejercido notable influencia en el mundo. También puede recurrir a su posición como superpotencia para dictar ordenes a algunos exportadores de petróleo del mundo. Las experiencias históricas han demostrado que si los EEUU hace concienzudos esfuerzos al respecto, gozará del debido respeto de un gran número de exportadores del crudo incluído el mayor productor del material Arabia Saudita.Es sabido de todos que el precio del crudo ha venido subiendo durante unos ocho años consecutivos. ¿Porqué Kissinger, de prestigio internacional en la opinión pública, no ha hecho declaración alguna sobre el alto precio del crudo sino en la actualidad cuando se iniciaba la rebaja de enorme margen en el terreno? Esto ha hecho a la gente a buscar lo ocultado detrás del suceso. Lo que ha obligado a personas tan prestigiosas como Kissinger a proponer la colaboración internacional para la rebaja del precio del crudo ha recordado a la gente un importante acontecimiento. Rusia, con fabulosas fortunas acumuladas aprovechando la vertiginosa alza del precio de petróleo, ha declarado procurar el resurgimiento con el recurso petrolífero. Con la invasión armada en Osetía del Sur y Abkhazia de Georgia, denominada por el Occidente como “faro democrático en la región caucásica”, Rusia ha ostentado su poderío. En la ocasión, las tropas de vanguardia rusas lograron penetrar hasta el sitio cercano al oleoducto Baku-Tbilisi-Ceyhan, dentro de Georgia. La acción ha advertido al Occidente que Rusia es capaz de cortar en cualquier momento el importante oleoducto destinado a suministrar el crudo del mar Caspio a Europa. Apenas terminaba la crisis de Georgia, el premier ruso Vladimir Putin realizó una gira de inspección por el sitio de construcción del proyecto del oleoducto Siberia Este-el Pacífico (ESPO) e instó a cumpir la construcción de la primera etapa del proyecto en 2009. Con esto Rusia ha declarado buscar otra salida para la exportación de su petróleo. La UE, que depende de Rusia en el suministro de hidrocarburos, no ha hecho reacción fuerte ante el conflicto entre Rusia y Georgia. Debido a que el 80 % del ingreso del comercio exterior y la mayor parte del ingreso fiscal provienen de la exportación del crudo y de las industrias referentes a la energía, el altibajo del precio de hidrocarburantes reviste primordial importancia para la posición rusa en el ámbito internacional. The Christian Science Monitor afirma que cuando el precio del crudo alcance los 150 dólares por barril en el mercado internacional, Rusia dispondrá de la premisa para mantener su posición poderosa en los los asuntos internacionales, sin embargo, cuando el precio rebaje a los 60 dólares barril, ya se le quitará toda la ventaja pertinente.Quizá la 149 reunión ministerial de la OPEP, clausurada en septiembre, ha comprobado la afirmación del rotativo estadounidense. Ante el descenso del precio del crudo, los ministros participates en la reunión sufrayaron la necesidad de mantener el precio a 80-100 dólares barril, con lo cual el Occidente no está contento. Para los expertos ingleses el precio ideal debe ser de 60 a 80 dólares barril, lo que es inaceptable para Rusia. Esto ha puesto al descubierto el intento del Occidente de recurrir al monopolio del precio del crudo para presionar a Rusia.El artículo de Kissinger ha dado una nota aclaratoria: lejos de ser una guerra del precio del crudo, se trata de otra lucha de importancia entre el Occidente y Rusia tras el conflicto entre Rusia y Georgia. (Pueblo en Línea)14/10/2008

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