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jueves, 13 de mayo de 2010

¿Cuándo atacará EEUU a Irán?

Días atrás, el presidente iraní, Mohammed Ahmadineyad, fue el único mandatario en asistir a la “reunión nuclear” de las Naciones Unidas, con el propósito de defender el desarrollo del proyecto nuclear de Irán. Ante el foro mundial, el líder iraní insistió en que este proyecto tiene fines pacíficos, que no procura la fabricación de armas nucleares. No obstante, Irán no coopera con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ni le ofrece los datos pertinentes que demuestren el carácter pacífico de su proyecto nuclear. De este modo, el plan ha devenido nudo gordiano en el cual Estados Unidos e Irán se encuentran atrapados y hasta ahora sin salida. Después que Obama planteara la idea del “mundo desnuclearizado”, se comenta con insistencia la posibilidad de que EEUU ataque a Irán, so pretexto de enfrentar el “terrorismo nuclear”. Tal eventualidad ha dado origen a un estado de suspense y a todo tipo de suposiciones.

¿Se prepara EEUU para atacar a Irán?

Para entender el camino hegemónio recorrido por el Tío Sam, es preciso que nos remontemos a la época en que la naciente potencia norteamericana emprendía el camino de expansión en ultramar, al recoger los dividendos que le dejó la Guerra Hispano-cubana-norteamericana de 1898. Desde entonces Washington se aplicó con fruición al uso de la política del Gran Garrote, o de las cañoneras, a la que luego añadiría la estrategia intercambiable de “zanahoria más garrote”, en otra argucia para desplegar sus intereses imperialistas. Cuando no funcionaba la “jugosa zanahoria” pues EEUU resolvía el problema a golpe de garrote, o lo que es igual, con la fuerza militar. En la actualidad, como Irán no se come la “zanahoria” que le ofrece Washington, éste no tendrá más remedio que recurrir al “garrote”.

Desde luego, si se toma en cuenta la actual capacidad militar de EEUU, éste no necesita, en absoluto, efectuar un despliegue masivo de fuerzas militares alrededor de Irán, como lo hizo al lanzar la guerra contra Irak, o realizar ataques aéreos contra la Federación de Yugoslavia. EEUU tiene toda posibilidad de utilizar sus fuerzas estacionadas en Irak, Afganistán y el océano Índico en operaciones contra Irán. De ahí que no se perciban intensos preparativos militares en su territorio.

¿Por qué EEUU aún no ha puesto manos a la obra?

Pero si está tan predispuesto a atacar a Irán, ¿qué detiene a EEUU? En realidad, como objetivo bélico, Irán difiere con mucho de Irak y Afganistán. Las causas principales son: En primer lugar, no se ha encontrado un pretexto apropiado. EEUU no tiene aún pruebas suficientes para demostrar que Irán está desarrollando armas nucleares. Dado el cúmulo de engañosas artimañas a las que se recurrió para lanzar la guerra contra Irak, es poco probable que ahora Obama desencadene una guerra contra Irán. En segundo lugar, la topografía iraní es distinta de la de Irak y la fuerza militar persa dista con mucho de los efectivos Talibanes. La mayor parte del territorio iraquí es llano, mientras que la mayor parte del territorio iraní es montañoso; aunque el Talibán triunfó en la guerra civil, su fuerza no puede compararse con la de Irán. La fuerza militar de Irán es ahora casi predominante en la región del Medio Oriente. Frente a un rival como Irán, Estados Unidos no se lanzará a la ligera.

¿Qué oportunidad espera EEUU para el ataque?

Estados Unidos está acostumbrado a usar el “garrote” para disuadir al rival. Este ha sido siempre su estilo. Entonces, ¿hasta cuándo esperará frente a un “tipo espinoso” como Irán? Lo cierto es que el Pentágono está al acecho de la oportunidad apropiada: En primer lugar, aguarda a que se estabilicen Irak y Afganistán, para luego concentrar sus fuerzas y dar una lección a Teherán; en segundo lugar, procura acopiar razones suficientes; en tercer lugar, sopesa con cuidado los objetivos en Irán; y, cuarto, aún no está madura la campaña internacional a su favor.

Si Irán persiste en “no coordinar” con EEUU, éste recurrirá, sin duda alguna, a la fuerza militar en su contra, en momento y con una magnitud aún desconocidos. Todo es cuestión de sentarse a esperar. (Pueblo en Línea)13/05/2010

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